Ante la amenaza de los molcajetes de fayuca que tratan de introducir los chinos, el pueblo de Comonfort protege su tradición y el uso de la piedra volcánica local solicitando la Denominación de Origen
La nueva Denominación de Origen se encuentra en el pueblo mágico de Comonfort Guanajuato. Se trata del molcajete, un utensilio que todo mexicano tiene en casa para elaborar salsas martajadas. “Nos dimos cuenta que los chinos nos querían ganar terreno al vender molcajetes de cemento. Como respuesta, varios compañeros del gremio, la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO), y la Universidad de Celaya, hicimos la petición de Denominación de Origen del molcajete”, menciona Juan Manuel Quintero quien sabe que con esto aseguran su trabajo, preservan la tradición y aseguran la calidad.
En búsqueda de la mejor piedra
Para conseguir la piedra caminan alrededor de una hora en dirección al Cerro de las Milpillas. La extracción de la materia prima del molcajete sale de la mina Las Coloradas, “se llama así por el color que tiene la piedra entre rosada y rojiza”, explica Juan Manuel Quintero, tercera generación en su familia dedicado a labrar molcajetes y metates.
La piedra que ellos utilizan para labrar estos utensilios es de basalto andesítico, el cual contiene unos minerales que le dan ese pequeño moteado blanco a la piedra, una característica que hace únicos a los molcajetes de Comonfort. “Esto al preparar la salsa deja un sabor inigualable que es difícil de describir”, comparte Juan.
Un trabajo de mucha dedicación
Para partir la piedra utilizan herramienta hecha por ellos mismos además del uso de marro los cuales calientan de la punta para afilarlos, “les llamamos picadera, la punta es de cincel. Con ello marcamos los cortes para que después, con golpes, podamos partir la piedra con ayuda del marro y la cuña”, dice Juan.
El bloque es tan grande como ellos quieran, aunque no hay muchos accidentes llega a pasar que los artesanos pierden un dedo porque además del uso de barreno usan explosivos cuando la pieza requiere ser movida por dos o más personas. Al tener la piedra lista para llevar al taller la aligeran un poco para no tener un camino tan pesado.La tallan en el cerro, para después bajar en carretilla o en burro.
