Bien reza la frase “La esperanza es lo último que muere”, y precisamente a eso se aferró la siguiente familia oriunda de Argentina, que después de varios meses pudieron reencontrarse con su perrito extraviado.
Esta es la historia de Mariel, una mujer que vive en la ciudad de Burzaco. Resulta que en julio pasado, decidió hacer algunas reparaciones de electricidad en su casa; sin embargo, las cosas se complicaron luego de que se diera cuenta de que había dejado el portón abierto y sus peludos, llamados “Gordo” y “Poncho”, aprovecharon para escaparse.
Por fortuna, al primero lo hallaron dos semanas después, pero el paradero del segundo resultó más complicado de encontrar.
Según medios locales, la mujer y su familia pusieron carteles para informar a sus vecinos sobre la situación de su mascota. Días después, alguien se comunicó con ellos para informarles que habían visto a “Poncho” en un lugar muy cercano, por lo que de inmediato salieron a buscarlo, pero lamentablemente no pudieron regresarlo a casa debido a que dicha zona es bastante amplia y llena de pasto.
“A partir de ese momento nos acercamos todos los días, desde el 29 de agosto hasta el 22 de septiembre, con comida para ver si podíamos atraerlo”, declaró Mariel, quien a pesar de no hallar a su lomito, jamás se dio por vencida.
Tras varios intentos sin éxito, la mujer tuvo la idea de pedir ayuda al centro donde castraron a “Poncho” y, para su buena suerte, en este lugar había un grupo de expertos en encontrar animales de compañía perdidos.
Finalmente, con el apoyo de la Brigada Canina de los Bomberos Voluntarios de Almirante Brown, Mariel se reencontró con su amado peludo, quien no la reconoció al principio, pero después todo volvió a la normalidad.
“La verdad que la emoción que tengo es total. Lo extrañamos tanto y sufrimos mucho, pero ahora ya está en casa”, concluyó.