Tal parece que la relación entre una gallina y sus polluelos comienza mucho antes de lo esperado. De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Animals, estas aves domésticas no sólo se limitan a cuidar de sus crías tras la ecolisión, pues, en realidad, también establecen comunicación con ellas incluso antes de que salgan del cascarón.
De acuerdo con los autores de la Universidad de Exeter (Inglaterra), las mamás gallina generan un intercambio temprano de sonidos, el cual impacta de manera significativa en el desarrollo de los pollitos, particularmente en su comportamiento social y emocional.
Un aspecto relevante del fenómeno en cuestión es que esta relación madre-cría comienza apenas un día antes de la eclosión, cuando los embriones emiten llamadas desde el interior del huevo, a lo que la gallina responde ya sea moviéndose o vocalizando, provocando así que el bebé se calme o emita sonidos de placer.
Para los investigadores, esta comunicación prenatal facilita el reconocimiento vocal de la mamá gallina tras el nacimiento, permitiendo una conexión más rápida y efectiva.