Científicos de la Escuela Politécnica de Lausana (EPFL), Suiza, acaban de diseñar un robot acuático con forma de pez, el cual, al finalizar su vida útil, puede ser ingerido por sus similares vivos.
De acuerdo con el equipo, este singular invento surgió en la búsqueda de alternativas a dispositivos de monitorización ambientales actuales, creados con plásticos y componentes electrónicos.
Este novedoso robot acuático, explicó, resulta capaz de desplazarse por el agua mediante reacciones de dióxido de carbono, ácido cítrico, bicarbonato de sodio y propilenglicol, todos ellos ingredientes no tóxicos y biodegradables.
“Aunque el desarrollo de robots nadadores en miniatura para entornos naturales ha avanzado rápidamente, éstos suelen depender de plásticos, baterías y componentes electrónicos. Sin embargo, con este proyecto demostramos cómo pueden ser reemplazados por componentes 100% biodegradables y comestibles”, comentó el líder del grupo, Shuhang Zhang.
Hablando del apartado comestible, el también doctor precisó que la “comida para peces” en la que puede convertirse el dispositivo puede ser, incluso, un poco más nutritiva que aquella comercializada en las tiendas de mascotas, al contener un 30% más de proteína y un 8% menos de grasa.