Cuando cae el sol en Puerto Rico se puede escuchar un concierto donde miles de ranas cantan al ritmo de “coquí, coquí” hasta el amanecer. Dicho sonido proviene de un pequeño anfibio homónimo a ese icónico canto, el cual es endémico de la isla y que, tristemente, está bajo amenaza.
Según reportes, 3 de las 17 especies ya han desaparecido y otras 4 se encuentran en peligro de extinción. El gran culpable es el cambio climático, sin embargo, en las últimas semanas, estos animalitos han visto surgir a otros agresores: los turistas.
Esta situación salió a la luz a raíz de un posteo en el foro Reddit sobre un viajero que buscaba desesperadamente un “spray” para callar a las ranas coquíes.
“Escuché a una pareja en un restaurante hablando sobre un `spray´ que usaron en su Airbnb para evitar que las ranas croen toda la noche, ya que son bastante ruidosas, y dijeron que les funcionó. No pude identificar qué tipo de producto era y se fueron antes de que pudiera preguntarles, y no he encontrado nada en internet ni en tiendas. ¿Alguien sabe qué podrían estar usando?”, escribió el usuario en el texto redactado en inglés.
Como era de esperarse, esta publicación desató una ola de indignación entre los boricuas, pues consideran al espécimen y sus variantes un símbolo de identidad, pero también de su resistencia frente a la actual crisis de masificación turística y gentifricación, fenómeno que ya ha causado el desplazamiento forzado de habitantes locales y la muerte de fauna.
Por su parte, Rafael Joglar, fundador de Proyecto Coquí, ONG para preservar e investigar anfibios y reptiles, señaló que están muy alarmados porque les preocupa seguir perdiendo otras especies más.
“Si el coquí deja de cantar, deja de comunicarse y, por lo tanto, no se reproduce. Y si no se reproduce, va desapareciendo, como ya han hecho tres especies de coquí”, lamentó.