El sargazo es uno de los problemas que las playas de nuestro país han enfrentado durante años. Y es que al entrar en proceso de descomposición, esta invasión constante de alga marina provoca un aroma que puede llegar a ser bastante desagradable.
Para fortuna de habitantes locales y turistas, tal parece que esta situación podría resolverse, pues de la mano de la Unión Europea (UE), el gobierno de México está trazando un plan interesante.
Aprovechando la reciente visita del comisario europeo para Asociaciones Internacionales, Jozef Síkela, se repasaron las acciones coordinadas entre la UE y las autoridades mexicanas para gestionar y valorizar el sargazo.
Tras una reunión, tanto Síkela como José Luis Samaniego Leyva, subsecretario de Desarrollo Sostenible y Economía Circular de México, acordaron enfrentar el exceso de alga no sólo como un problema costero, sino que también se busque crear las condiciones para que pase de un pasivo ambiental a un activo productivo. El objetivo es que tenga diferentes aplicaciones en energía; biofertilizantes; material de construcción; e incluso combustibles sostenibles para la aviación.
Eso sí, el funcionaro subrayó que lo anterior requerirá de inversión, tecnología y alianzas, pues la meta es que, eventualmente, el sargazo se convierta en un ejemplo tangible de la economía azul y circular, no sólo para México, sino para toda la región del Caribe.