Todas las especies del reino animal pueden darle gracias a una madre por hacer posible la vida, en especial durante este 10 de mayo, el Día de la Madre. Sin embargo, los numerosos métodos de maternidad resultan tan diferentes como los orangutanes y los pulpos.
Algunas progenitoras ponen huevos en las copas de los árboles o en el fondo del mar; mientras que otras, trabajan durante largos embarazos y partos. Muchas están solas, pero unas pocas cuentan con la ayuda de “niñeras”. Asimismo, ciertos especímenes se ven acompañados de copadres dedicados, aunque otros deben arreglárselas a solas.
Eso sí, una cosa que tienen en común la mayoría de las madres animales es el sacrificio; y es que la naturaleza no se las pone tan fácil para criar a la siguiente generación. Por tal motivo, estas tres fotografías rinden homenaje a algunos de estos increíbles ejemplares que, a su manera, se dedican a la maternidad.
1.- Esta mamá osa polar descansa después de amamantar en el Parque Nacional de Wapusk en Manitoba, Canadá. Como dato curioso, las osas polares únicamente se aparean en primavera, pero no se quedan preñadas hasta el otoño.
2.- Las ballenas jorobadas suelen tener una cría cada dos o tres años, pero cuando ésta ve la luz, la llenan de atenciones. Prueba de ello es que estos bebés amamantan durante todo un año y continúan creciendo en el transcurso de otros diez, esto mientras recorren miles de kilómetros desde sus zonas de parto en aguas tropicales hasta las ricas zonas de alimentación estival en los mares templados y polares.
3.- Una madre langur gris y su cría toman el sol cerca de Jodhpur, India. Estos primates viven en grupos de hembras emparentadas que incluyen a sus bebés y a uno o varios machos. Ahí, ellas cooperan y las madres primerizas a veces se ayudan mutuamente en el cuidado de sus hijos.
