Fue rescatado tras ser atropellado y ahora forma parte del equipo de seguridad
Oso, un perrito de aproximadamente tres años de edad, se ha ganado el corazón de los usuarios y trabajadores de la Terminal de Autobuses de Toluca, donde hoy forma parte activa del equipo de seguridad.
Todos los días recorre los andenes, salas de espera, accesos y salidas, vigilando que todo transcurra con normalidad. Su presencia ya es familiar para quienes transitan por la terminal.
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De abandono y atropello, a héroe de cuatro patas
Oso llegó a la terminal tras ser atropellado, luego de haber sido abandonado en la vía pública. Fue rescatado por Mayra González, gerente general de la terminal, quien lo acogió con la intención de operarlo por una fractura en la cadera.
“Lo atropellaron aquí cerca y lo adopté. Mientras buscábamos al veterinario, estuvo en reposo y eso le ayudó a sanar. Desde entonces está con nosotros… y se puso a trabajar”, relató.
Con tareas claras y compromiso real
Acompañado por el personal de seguridad, Oso ha aprendido tareas específicas, como vigilar que no haya peatones cruzando por zonas peligrosas de autobuses y colaborar con los agentes de vigilancia. Ya es reconocido por la gente y ha participado en intervenciones importantes.
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“Una vez una motocicleta con dos personas intentó salir del estacionamiento sin pagar, y Oso los detuvo. Ya sabe hacer su trabajo”, explicó González.
También tiene derechos laborales
Como parte del equipo, Oso tiene horarios para comer y días de descanso. Los trabajadores lo cuidan, lo entrenan y lo respetan como a cualquier otro compañero.
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“Lo andan trabajando los compañeros, por eso aprendió cuál es su trabajo. Lo hace bien, y también tiene sus tiempos para descansar.”
Un gesto para otros como él
En las salas de espera de la terminal, se han colocado charolas con croquetas y agua para alimentar a otros perros en situación de calle. Una muestra de empatía que también distingue a este espacio público.